El miércoles 4 de Abril del año 2012 fue uno de los peores días de mi vida. No sé si tan así, pero me cuesta creer que no la haya pasado tan mal. O sea, fui a ver a Arctic Monkeys, algo tuvo que salvar el día y es entendible en cierto modo, el grado de decepción que tuve en esos momentos. El 3 a la noche estaba eufórico. Ni alegre, ni excitado, sentía euforia, algo muy peligroso y peor si vivís con la lucidez al máximo como es mi caso. Me apronté a River Plate temprano con la esperanza de reunirme cosa que no sucedió y me la bajó mil. Por suerte, hablé por tel, me hice compinche con algunos en la fila y que se yo, todo bien en ese aspecto. Después vino el momento de la entrada. Todos corriendo por su vida para lograr llegar a las vallas, adelante de todo. Los pibes de ahí eran re copados, con sus acotaciones me alegraron el día. "Cage The Elephant" buenísimo, fue de lo mejorcito del día. Pude tocar a Matt, el tipo es un groso aunque me bajó el poco tiempo del show. Después, el entretiempo de Joan Jett fue muy divertido con los pibes de ahí, los instrumentos que no sonaban, el "rulo" que tocaba todos los instrumentos, la minita que le quería dar la carta a Joan. Después vino "Tv On The Radio". Buen set, me gustó mucho. La noche se perfilaba como un show inolvidable.

Hacia el fin de TOTR, vino lo peor y es algo que se venía advirtiendo: no se podía ni hacer pogo. Estábamos apretujados en ese sector, el aire nos faltaba. Estaban las típicas nenas de GBA que nunca fueron a un recital y gritando como locas. Perdí la percepción de la excelente pieza que estaban interpretando los TOTR y después de esa marea de fans de FF haciendose los "heavys", los grones se habían ido del escenario principal.

Sabía que era el momento de los Arctic Monkeys.

Ya no estaba en la segunda,tercera fila. Estaba en la quinta, sexta pero seguía siendo cerca. Ví a Alex Turner por primera vez con mis propios ojos. Vi a la bestia sentarse. Comenzó una de las mejores obras que parió: "Don't Sit Down 'Cause I've Moved Your Chair". Ver la coreografía de él no tiene precio y le hice una seña con la mano, como de cuernitos y me miró. Seguro, esos cuatro segundos, van a ser el mejor momento de este año.

Realmente lo disfruté.

Los fans de FF seguían llegando mientras que de las pibitas ya no había rastro. Éramos sardinas, no se podía respirar. Peor aún. La marea me llevó hacia atrás, hacia el vallado en menos de 40 segundos. Sonaba "Teddy Picker / Crying Lightening" y me estaba perdiendo ese momento luchando contra la marea sin pogo, como un muro que no te deja mover los dedos. Ayudaba a las pibitas y les hacía upa para que pudieran salir de aquel centro. Seguían pasando los temas y no se podía disfrutar el show. Sentía rabia, asco de todo eso. Perdí la vista del escenario, hasta que llegó el momento de "Evil Twin", canción que canté como un desaforado de mierda. Como un puto. Fue perfecto ver los rayos, los relámpagos, los truenos y a Alex. Espléndido. Con "R U Mine?" hubo pogo ¡Al fin!

Pero luego volvió ese muro que no te dejaba hacer nada. Nada de pogo, ni moverte. Solo se movía la marea, de izquierda a derecha. Y yo sin poder disfrutar el recital. Creo que nunca más en mi vida podre escuchar "Do Me A Favor" otra vez. Me darían ganas de llorar y no quiero.

Con "Suck It And See", "Fluorescent..." y "When The Sun..." volvio el pogo, volvieron los monos, fue buenísimo. Pero la lluvia me jugó una mala pasada y comencé a sentirme enfermo. El dolor muscular me hacía muy mal, mi brazo parecía totalmente muerto. Terminó. Había terminado. Se hizo muy pero muy dificil la salida. Como siempre, trataba de ayudar a las pibitas y por qué no, mirarles el culo.

Atravesé River Plate caminando con la velocidad de un rayo. Bajo la lluvia, miraba al diluvio caer y pensando que no sobreviviría frente al muro en FF. Era un espectáculo hermoso. No para mí, pero ver la tormenta así y estar en el mismo establecimiento que Turner, no tiene precio.

Al fin abrieron las puertas y caminé por el medio Udaondo solo, bajo la lluvia torrencial, caminando lento y con las manos en los bolsillos. Me saqué la camisa negra y caminé. No me la quería dar de nada. Solo que me sentía destrozado, porque no pude disfrutar el recital salvo por momentos.

Y eso quedará por siempre. Todo lo que pasó cuando llegué a Libertador sin monedas, forma parte de otra historia. Será una herida que no se va a ir asi nomas.

También creo que el ciclo acá está cumplido. Me gustaría que vuelvan en el 2013. Ni una mísera foto, la entrada destruída totalmente y en el medio de Avenida Libertador hecha un bollito insignifcante para ser aplastada por un Peugeot 505. ¿Casualidad simbólica?

No. Solo una manera naturalmente divina de haber terminado ese día de mierda así.

Llegué y después de ver mi teléfono roto como frutilla del postre, me acosté y me puse a llorar.

El año que viene los espero, monos.